La declaración del II encuentro latinoamericano de derechos humanos y salud mental realizado en
Montevideo en el año 2018 propuso entre muchos puntos para la región:
una política de reparación histórica para las víctimas sobrevivientes del manicomio y sus lógicas, con responsabilización penal de quienes promovieron violencias y violaciones de derechos humanos en efectores públicos y privados *
Allí se debatió acerca de la importancia de
sancionar leyes reparatorias en salud mental en los diversos países
que integran la red latinoamericana y caribeña de derechos humanos y
salud mental. El debate es novedoso y precisa abrirse para poder
considerar seria y sensiblemente de qué estamos hablando cuando
ponemos en discusión la necesidad de sancionar leyes reparatorias.
Desde
el punto de vista de las personas que serían beneficiarias de estas
leyes, es importante comprender como primera medida que todas las
personas que han sido sometidas a tratamientos forzados en salud
mental, han sido victimas de abusos, violencia, tratos crueles e
inhumanos. Muchas de estas personas incluso perdieron la vida como es
el caso de Matías Carbonell en Argentina. Un amplio colectivo de
personas se considera sobrevivientes del sistema de salud mental,
justamente porque éste sistema oprime, recluye, persigue y
reprime a este colectivo diverso psico socialmente.
La
búsqueda de una justicia para reparar el daño causado a las
personas sobrevivientes, brinda no solo la oportunidad de restablecer
la justicia para las víctimas individuales sino de reparar el tejido
comunitario que se rompe solo por el hecho de que existan manicomios.
En lo personal me considero un sobreviviente del sistema de salud
mental pero en muchas ocasiones me encuentro descargando mi dolor y
furia, entre grupos de personas de los cuales espero una disculpa a modo de
reparación. Ahora bien, considero en definitiva que los espacios
en donde debo ir a exigir una reparación son los tribunales, pero no conozco aun abogados dispuestos a iniciar un amparo colectivo para reparar.
Argentina
cuenta con varios antecedentes expresados en leyes reparatorias
consecuencia de la última dictadura cívico militar. La discusión
acerca de una ley reparatoria en salud mental, es amplia y puede
llevarnos a descubrir que entre la “picana eléctrica” y el
“electroshock” existen muchas similitudes, así como también
existen muchas similitudes entre las “celdas de aislamiento” en
las que se encerraban a las víctimas del terrorismo de estado y las
“habitaciones de contención” en las que se encierran a las
victimas de tratamientos forzados en manicomios.
En
fin, el debate acerca de los tratamientos forzados en nombre de la
salud mental es muy amplio. El camino no es para nada fácil porque
aun no contamos con conceptos que expresen jurídicamente que por
ejemplo Matías Carbonell no falleció en un accidente en un
manicomio, sino que fue asesinado por ser una persona loca
defendiendo derechos de pacientes psiquiátricos.
* Declaración de Montevideo 2018
* Declaración de Montevideo 2018
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