La rondita teatral

Desde la pandemia que declaró la organización mundial de la salud, no puedo dirigir teatro. Una amiga cantante Carolina Wajnerman, me pidió que la dirija en su unipersonal "Dale cuerda a mi reloj" y me limité a dirigirla en lo actoral pero no hice la dirección general del espectáculo. Por esto, porque entré en inactividad teatral por tiempo indeterminado, estoy en un buen momento parea empezar a reunir algunas caracteristicas d emi poética de dirección. 

"La rondita teatral" es una breve y pequeña ceremonia pagana que suelo hacer antes de dar sala junto al elenco que dirigí. Parecería ser algo sectario y gregario, pero en realidad es una poética es decir una forma de hacer teatro. 

Hace muy poco comprendí cómo se fue creando "la rondita", un pequeño ritual que permite al elenco entrar a la realidad de la ficción de manera segura. Antes de dar la autorización para dar sala reúno a actores y actrices en el centro del escenario en una ronda  en la que los cuerpos puedan estar bien cerca casi tocándose. 

La breve ceremonia se realiza antes de que entren los espectadores y comenzar la función teatral. Para poder comprender este proceso pasé unos 20 años dirigiendo teatro. 

Buenas (y locas) prácticas en las artes.

  • Reconocer la existencia de dos sistemas de opresión social: cuerdismo y capacitismo

  • Reconocer la existencia de la locura en la ética, la poética y la estética

  • Reconocer la existencia de las perspectivas de la diversidad mental, de la neurodiversidad y de la neurodivergencia en la cultura.

  • Reconocer, aceptar y asumir la existencia éstas perspectivas en las representaciones artísticas.

amores imposibles

Existe una narrativa que sostiene que el "amor todo lo puede". Si bien soy de las personas que creen y que eligen fomentar el amor en sus diversas formas en todos los vínculos, muchas veces me cuestiono si el amor todo lo puede. Hace un tiempo me pregunto en lo que se refiere a una pareja, si es posible sostener una relación amorosa sexo-afectivamente entre una persona neurodiversa y una neurotípica.
La neurodiversidad es la forma en que se auto-perciben las personas que han intentado ser etiquetadas por la doctrina narco-terapéutica (basada en la psiquiatría y el psicoanálisis).
La representación de la neurodiversidad que suelen difundir series mainstream como "Atypical" o "The good doctor" es en una asociación directa y lineal con el trastorno del espectro autista (denominación propia de la doctrina narco-terapéutica). En este sentido es importante destacar y aclarar que la neurodiversidad es un concepto nuevo en la historia y que no es equivalente a autismo. Las personas que por razones muy íntimas y personales se perciben como neurodiversas, no  necesariamente tienen que ser portadoras de etiquetas diagnósticas narco-terapéuticos.


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La serie "Atypical" es una típica comedia de enredos, en la que vemos a  Sam, un adolescente autista, atravesar las dificultades propias de graduarse en la escuela secundaria, sostener una amistad y ponerse de novio. 
La joven Page, en pocos capítulos se vuelve su novia y comienzan todos aquellos conflictos particulares y específicos sobre la posibilidad o imposibilidad de una relación amorosa entre un joven neurodiverso y una joven neurotípica. Cabe preguntarse si este tipo de relaciones deben enfrentar conflictos mas complejos que dos personas neurotípicas. ¿Como hace una joven neurotípica para brindar afecto a una persona que no quiere recibir afecto físico? Este tipo de conflictos se vuelven interesantes en la medida que estén vistos desde una perspectiva que no resuelva los conflictos mediante la patologización de los personajes. Por este motivo se vuelve tan interesante esta comedia de enredos. 


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"The good doctor" por su parte es un melodrama protagonizado por Shaun, un cirujano autista en su primer trabajo como médico residente en un hospital privado. Shaun intenta desarrollarse en su carrera profesional a medida que enfrenta los desafíos de nuevas relaciones en su trabajo. Este melodrama desarrolla muy meticulosamente las diferentes formas de pensar, sentir y actuar entre las personas neurotípicas y las personas neurodiversas. 
Resulta particularmente apasionante y por momentos angustiante como la serie va explorando las dificultades que atraviesan tanto Shaun como sus parejas, para crear una relación sexo-afectiva ya en la vida adulta.
Hemos podido aceptar que dos personas pueden amarse aun con diferencias en sus ideologías y formas de pensar. Pero en el caso de las relaciones entre una persona neurotípica y una neurodiversa las diferencias no son solo en la forma de pensar, sino también en las formas de sentir y de actuar. 
Entonces aquí nos preguntamos: ¿Es posible que dos personas sostengan una relación amorosa aun teniendo formas de pensar, sentir y actuar completamente distintas? Para que esto fuera posible ¿Una persona neurodiversa debería aprender las formas de pensar, sentir y actuar de una persona neurotípica? ¿O debería ser al revés? No brindaremos aquí respuestas para estas preguntas, sino que las dejaremos abiertas, porque como las relaciones, es bueno que se mantengan abiertas. 

Crónicas de una dirección diversa.

Dirección escénica.

Hace ya un tiempo me sumé a las reuniones para la creación de la Asociación de profesionales de la dirección escénica argentina (APDEA). Por lo general necesito escribir sobre lo que hago, sobre lo que me sucede y sobre lo que veo y escucho. Escribir y dirigir son las formas que encontré de tomar una prudente distancia de tanta crueldad y violencia cotidiana. 
Me llevó muy bien con mi soledad, por lo cual socializar en determinadas situaciones suele representar el esfuerzo de salir de la comodidad y seguridad que me brindan mi soledad y mi rutina. 
Cuando me acerqué a las reuniones de APDEA fue por algunos impulsos irracionales que recién después de unos meses pude racionalizar. Fui buscando acercarme a personas las cuales suponía tendrían problemas similares a los problemas que enfrento en mi trabajo de director teatral. También me acerqué por la curiosidad de participar en un espacio nuevo y ver de que manera se estaba creando esa asociación. 
Después de la primera asamblea tuve la sensación en el cuerpo de que allí había algunos directores y directoras con quienes me podría juntar hasta altas horas de la madrugada a conversar sobre nuestras pasiones, miedos, sueños y contradicciones. Es un tarea difícil poder hablar de las propias contradicciones con pares sin juzgarse mutuamente. 
Estos impulsos irracionales que suceden en mi vida cotidiana a veces encuentran su camino de expresión mediante la estética y otras veces mediante al política. 

Género.

Un refrán popular que tomo de manera sincrética reza que "dios los cría y el viento los amontona". Por lo cual a medida que fui participando en distintas reuniones me fui acercando a la "comisión de género" que estaba realizando sus primeras reuniones. Me dejé llevar por el viento porqué quería sumarme a la comisión dónde participaban las personas que además de interesarles la dirección escénica les interesaba la problemática de género. Este fue el primer motivo que se volvió más racional que impulsivo. Al ser un director varón tengo ciertos privilegios que las directoras mujeres no tienen, por lo cual intentar ceder esos privilegios junto a directoras y directores me pareció el primer motivo razonable para participar en la comisión de género. 
Ahora bien, a medida que fui procesando mi deseo de encontrar la mejor manera de brindar mi tiempo al servicio de una asociación de directores y directoras, comprendí que quería encontrar la forma de compartir una experiencia específica con la que cuento entre estética y política. Entendía en esa instancia de mi proceso que la comisión de género se enfocaría en los problemas del machismo y del patriarcado en el ámbito laboral de las artes escénicas. Allí fue cuando empecé a proponer e insistir en las reuniones que la "comisión de género" pudiera incorporar el concepto de diversidad para poder darle un espacio en la comisión a los problemas que se derivan de otros sistemas de opresión como el negacionismo, racismo, fascismo, esteticismo, capacitismo o cuerdismo. 

Diversidad.

Entonces llegó el momento en que se votó en una de las asambleas formalizar la "comisión de género y diversidad" y la ansiedad que tenía acerca de si podría sumarme se calmó. Si bien considero que el mejor nombre para la comisión sería "comisión de minorías" el nombre que finalmente tiene expresa la posibilidad de darle un lugar a las problemáticas que enfrentan las personas que nos reconocemos en alguna minoría social.
Una vez que se formalizaron las reuniones de la "comisión de género y diversidad" me entusiasmé mucho debido a que se creó un grupo humano con el cual se podrán llevar adelante acciones que promuevan la diversidad y la perspectiva de género en las artes vivas. 
En lo personal mis expectativas con esta comisión son a largo plazo dado que es un espacio que reúne la posibilidad de debatir y llevar adelante acciones acerca de estética, poética, ética y política en las artes vivas. Lo particular que puedo aportar se relaciona con la promoción de la diversidad mental en las artes vivas. 
Así como la perspectiva de género se ha instalado como una necesidad de justicia social mediante la estética, considero que la perspectiva neurodiversa en las artes vivas, en algún momento logrará visibilizar los problemas que enfrentaron artistas como Sarah Kane o Antonin Artaud. 
Si las sociedades comprendieran que en las artes escénicas hay lugar para experiencias como las de Kane y Artaud, seguramente se arrepentirían de haberlas encerrado en un manicomio. 

Un bufón para Warner Brothers.

La película JOKER es la producción con la que DC recuperará el control del mercado de la industria audiovisual que MARVEL le había arrebatado. 
El trailer de la película promete que conoceremos la génesis del villano que se convertirá en el enemigo de Batman. Una película entera dedicada a la génesis del JOKER era particularmente atractiva porque nunca se había visto en la pantalla grande. 
La película se destaca ante todo por el trabajo actoral de Joaquín Phoenix. Sin embargo los excesivos primeros planos que elige la dirección de Todd Philipps nos insisten una y otra vez que observemos la gestualidad lograda por el actor protagonista. Son tantos primeros planos sobre Phoenix que nos vemos obligados a salir del cine y escribir sobre lo buen actor que es Joaquín Phoenix, algo que obviamente ya sabíamos. 
La fotografía y la música de la película resultaron impermeables a las demandas de la dirección, por lo cual la posibilidad de goce estético no se ve arruinada por la necesidad de éxito comercial de la producción. 
Más allá de todo el aparato mediático corporativo que sostiene a esta película y la cantidad de criticas elogiosas que  ha comprado la distribuidora, hay una historia que se cuenta. 
Arthur Fleck es un actor que trabaja de payaso haciendo publicidad para diversos comercios. Se ve obligado a consumir drogas psiquiátricas, hasta que un día decide dejar de tomarlas. Entonces asesina a un compañero de trabajo y a un conductor de un show televisivo quien le había dado una oportunidad irrepetible de mostrarse como comediante. 
El guión y la dirección tienen bastantes problemas. 
Los personajes antagonistas a Arthur Fleck no encuentran en la película un tiempo para desarrollar sus propios conflictos y contradicciones, lo cual los coloca en un lugar de estereotipos como "el colega", "el conductor de televisión" o "la madre". 
La escena del hospital psiquiátrico en que Arthur Fleck golpea su cabeza contra una ventana no solo es un estereotipo sino que resulta un golpe bajo efectista por negar, omitir e invisibilizar el contexto de encierro que lo lleva al personaje a golpear su cabeza contra un vidrio. 

¿Cual sería entonces la moraleja final de esta película de Todd Phillips? 

Si trabajás de actor callejero haciendo publicidades, recordá tomar tus drogas psiquiátricas porque ellas te darán la posibilidad de seguir soportando un trabajo insoportable. 

Lo interesante de esta película es que me llevó a buscar referencias acerca de la historia de los payasos. Encontré entonces que antiguamente, los payasos en Abya Yala (América) eran una especie de médicos, filósofos y artistas que brindaban un servicio a sus comunidad. Aquí el enlace a esa interesante historia. Y finalmente aquí el enlace al trailer de JOKER. 

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Por el derecho a la locura en vísperas de año nuevo judío

Ayer presenté en Buenos Aires junto a Franco Castignani el libro "Por el derecho a la locura. La reinvención de la salud mental en América latina". No hay fotos, por lo cual esta publicación será el único documento que quede del evento. 

Como me suele pasar seguido, la sensación al salir de la presentación del libro fue de frustración. Cada vez que hago una presentación de un libro, que doy una charla o una conferencia me propongo que el contenido sea estrictamente artístico y cultural, pero por lo general siempre termina  abriéndose el debate sobre la salud mental. 

Por supuesto que celebro cada vez que tengo la oportunidad de presentar un libro. Ayer el evento se realizó en la librería "La libre" en el barrio de San Telmo y el clima  de la presentación fue muy informal entre mate y bizcochitos. 

Antes de que armara el debate usamos el libro "Por el derecho a la locura" como si fuese un libro oracular y nos respondió tres preguntas. Luego lo literario que tenía que tener el evento derivó en un debate acerca de la neurodiversidad, la democracia antimanicomial y el activismo loco. 

Hoy es año nuevo judío. Hago un balance y una proyección al salir la primera estrella. Comienza un nuevo día, un nuevo año. Creo que es algo bueno que las presentaciones de libros, charlas o conferencias que suelo dar permitan que las personas hablen un tema que está en muy pocas agendas culturales. 

En definitiva, si quisiera limitarme a lo estrictamente artístico debería preparar con mucho detalle "lo discursivo" en cada evento cultural en que participo. Si no preparo lo que voy a decir es porque en definitiva creo que es necesaria la espontaneidad que permite emerjan los problemas que necesitan debatirse. 

Mi versión del himno nacional Argentino

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¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:
¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas;
ved en trono a la noble igualdad.
¡Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud!
Y los cuerdos del mundo responden:
¡al gran pueblo argentino, salud! (bis)
Y los cuerdos del mundo responden:
¡al gran pueblo argentino, salud!
Y los cuerdos del mundo responden:
¡al gran pueblo argentino, salud!

Coro
Sean eternos los laureles
que supimos conseguir: (bis)
Coronados de gloria vivamos,
¡o juremos con locura morir! (tris).

Diario activista

Ayer descubrí que mi relación adulta con la transformación social en Argentina, comenzó durante la "crisis del 2001". Había ido a trotar y cuando estaba elongando pensando en distintas perspectivas de un problema que tuve con un activista de otro país, comprendí que mi relación con el activismo adulto comienza en la asamblea popular del Cid Campeador intercambiando en una economía de trueque, clases de teatro por horas de ensayo. 
La política cultural es el espacio en el cual históricamente asumí un compromiso ideológico con la justicia social. La docencia siempre  fue una herramienta que puse a disposición de las demandas populares. Di y doy clases de teatro solidarias en cárceles, hospitales y barrios populares convencido de que el teatro brinda herramientas para crear otro tipo de vínculos y estas herramientas deben ponerse al servicio de los pueblos.
En este sentido, en el año 2013 sin darme cuenta pasé a desempeñarme en el ámbito de la política sanitaria. Luego de publicar mi segundo libro en el cual entre otras cosas me reconozco como un sobreviviente de la psiquiatría, empecé a participar en otros espacios que no eran comunes para mi, donde se discutían políticas sanitarias. 
Este "corrimiento" de la política cultural a la sanitaria me trajo muchos dolores de cabeza, porque implicaba discutir en un territorio completamente desconocido. Estaba acostumbrado a los debates en torno al cooperativismo, al rol del estado en las artes y al papel que juega el sector privado en la industria cultural. Debía reconocerme ignorante. 
No tenía la menor idea sobre la historia de la anti-psiquiatría, el sentido de discutir tanto sobre los "servicios" o porqué era tan difícil pronunciar la palabra "desmanicomialización". Esta situación me llevó a informarme, estudiar, aprender y colocar la cuestión sanitaria como parte de mi vida cotidiana. 
La oportunidad de reconocerme ignorante me llevó a aprender  sobre la historia de la salud mental y sobre las relaciones entre el arte y la locura. A medida que me invitaban a dar charlas y exponer mi testimonio fui observando como se relacionan otras personas con su propio conocimiento. 
Lo primero que me llamó la atención en asambleas, encuentros, congresos y jornadas sobre salud mental, fue la importancia que cada audiencia le da a la oratoria como plataforma narcisita. Reacciones como "que bien que habla ese sobreviviente", "que importante que brindes tu testimonio como una persona experta por experiencia" o "esa expositora fue muy dura con la psiquiatría", me trasmitían una extraña sensación de Sinsentido. Creo que esta es la primera vez que puedo llevar esa sensación a la escritura. Las reacciones elogiosas o criticas, que recibía sobre las exposiciones que hacía dejaban en mi cuerpo una amarga sensación de Sinsentido. Empecé a observar que en estos espacios de debate de políticas sanitarias los egos ocupan un lugar dominante. Cuestiones como quien hablará, cuánto hablará y en qué momento hablará parecen importantes en estos espacios. A mi mismo se me habían vuelto importantes esas cuestiones. Me di cuenta de que mi sensación corporal de Sinsentido en estos eventos se hacía insoportable. Comprendí que yo mismo como activista era parte del problema. Entonces decidí correrme del lugar que el activismo sanitario esperaba que ocupe. No puedo encontrar sentido en quienes esperan testimonios de inspiración para llevar a la acción la la justicia y la transformación social. 
El fenómeno de las relaciones entre performance y asamblea, lo estudia y desarrolla exhaustivamente Judith Butler  en "Cuerpos aliados y lucha política. Hacia una teoría perfomativa de la asamblea." (2015)

Todo movimiento social es en sí mismo una forma social, y cuando clama por una nueva modalidad de la vida, por una vida vivible, entonces tiene que poner en marcha, en ese momento, los mismos principios que ese movimiento quiere hacer realidad.  

Los principios que el movimiento de derechos humanos en salud mental quiere hacer realidad, los encarnan personas. Esas mismas personas ya sean oyentes, talleristas, oradores conferencistas o expositores no han puesto en marcha en sus propios cuerpos los principios que el movimineto de derechos humanos y salud mental reclama. De ahí viene la sensación en mi cuerpo de un Sinsentido.Recién ahora regresando a la literatura mediante mi diario, logro comprender la importancia de la "destitución subjetiva" como propuesta de Mark Fisher. La destitución subjetiva, implica el ejercicio de renunciar al ego y el regodeo que ofrecen determinadas plataformas narcisistas.