Yo no me voy a viralizar

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Una de mis preocupaciones mas grandes desde la caída de los populismos en América, es cómo los medios de comunicación están afectando nuestras vidas. En el siglo XX cuando hablábamos de medios de comunicación nos referíamos a la radio, el diario y la televisión. Quienes recibimos algún tipo de educación artística a fines del siglo pasado, sabíamos que los medios estaban organizados de una manera. Para que nuestros libros o espectáculos se dieran a conocer en los medios de comunicación deberíamos hacer un arduo trabajo. Con mi primer grupo de teatro "GOTA.TEATRO" hicimos ese trabajo: imprimíamos volantes, los repartíamos en la calle, y pegábamos afiches. 

La aparición de internet modificó la relación con los medios de comunicación, en el sentido de alienar la vida diaria de las personas. Marx explicaba que el trabajador se encontraba alienado en el trabajo. Hoy día es el ciudadano que se ha vuelto un "emprendedor" quien está alienado en su vida cotidiana. La caída de los populismos americanos, fue la fase final de un proceso de control social que se venía programando desde el poder, luego de l afase de las dictaduras militares en sudamerica. Hoy día las dictaduras son virtuales, y la democracia podemos asegurarlo, ha dejado de existir. Asistimos a una nueva era, muy compleja, porque los mecanismos de control social se han vuelto invisibles. Casi imperceptibles, y las personas que queremos "todo para todos" estamos paralizadas sin saber bien que hacer ni como reaccionar. 

En este escenario, que angustia, que frustra, y en el cual se ha vuelto explicito que los poderosos quieren hacer del arte una nueva industria, yo he tomado una decisión. No me voy a viralizar. 

Voy a regresar a mis fuentes, todas las veces que sea necesario. La literatura y el teatro. Regresar al origen parecería ser la única forma de escapar de un sistema que ha capturado ya no solo los cuerpos, sino también el espíritu: Antes de dormir y al despertar, miramos el celular.

Pero lo he decidido, yo no me voy a viralizar. No me voy a transformar en un virus, que se replica, compulsivamente como un paquete de información, que alimenta las acciones en bolsa de facebook, instagram, o tweeter. Quiero ser la vacuna o el antídoto. Quiero ser la planta sagrada. Pero no voy a ser el virus, por eso está decidido: yo no me voy a viralizar. 

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